martes, 5 de abril de 2011

EL MODERNISMO

Tassel House del belga Victor Horta
A fines de s. surge el Modernismo o Art Nouveau. Nace como reacción a las corrientes historicistas, se basa en una gran libertad. Su estética se basa en la naturaleza, por lo que en los edificios predominan las curvas y una decoración exuberante. Trabajaban todas artesanías u oficios como la vidriera, cerámicas, la forja, diseño de mobiliario, con el deseo de combinar armónicamente los elementos que intervienen en un edificio.

Se desarrolla en tres ciudades: Bruselas, Viena y sobre todo Barcelona donde destaca Antonio Gaudí, que contó con el mecenazgo de la familia Güell para los que construyó el Parque Güell. Su verdadera pasión es la naturaleza y plasmarla en su obra: flores, rocas, plantas eran su fuente de inspiración. Poseía una desbordante imaginación y la concepción global de la obra por lo que se ocupaba de todos los detalles. Sus obras más
representativas son:”La Sagrada Familia”, “La casa Milá o Pedrera” y el parque Güell.
Este estilo se caracterizó por su exagerada ornamentación, con un gran dominio de la policromía, cerámica, mosáicos; empleo de nuevos materiales (el hierro), sensación de movimiento y armonía  y unos interiores que se organizan como una superficie de líneas sinuosas y sensuales, con una tendencia naturalista.
Art Nouveau es el nombre francés de un movimiento del arte como reacción al academicismo de finales del siglo XIX (1894-1914). Tenía a menudo distintos nombres en cada país: en Alemania "Jugendstil", en Italia: " Libertad de Montante ", " Art Nouveau " en Francia, Modernismo en España, " Nieuwe Kunst " en Países Bajos o "Sezessionstil" en Austria.
Entre las primeras manifestaciones del estilo son los trabajos del belga Victor Horta, que aplicó los nuevos conceptos en su (Tassel House) Casa de Borla (1892).

La Casa Milá, conocida popularmente como "la pedrera" ("la cantera"), es el edificio más singular de Gaudí, ya que en ella concurren un sistema constructivo muy renovador, una composición dinámica y una fachada expresionista, más que modernista.
Elimina los muros de carga, siendo sustituidos por estructuras de hierro, lo que le permite establecer una distribución en planta a base de formas geométricas irregulares, muy organistas, entre los dos patios: uno central tras la fachada en chaflán (paseo de Gracia), otro ovalado tras la lateral (calle de Provenza). En el primer proyecto, Gaudí contempló una rampa de acceso a los sótanos, que acogerían las cuadras y los garajes. Esta rampa ascendería hasta las azoteas. Finalmente fue desechado porque absorbía demasiado espacio. La fachada constituye el elemento más singular de esta edificación. Se trata de una enorme masa de piedra ondulante apoyada en un armazón de vigas y tirantes de hierro, horadada por huecos y salpicada de manojos de hierros enrevesados que hacen de antepechos.

Modernismo from artecreha on Vimeo.
Retranqueado en la parte superior, surge un segundo cuerpo (la terraza) en forma de quilla invertida en cuyo interior se distribuyen las chimeneas, las cajas de las escaleras y los depósitos de agua. Son verdaderas esculturas exentas que desde abajo parecen centinelas amenazantes. La potencia expresiva de este edificio ha llevado a algunos autores, como Oriol Bohigas, a situarlo como antecedente del expresionismo arquitectónico alemán. La paciente labor artesanal de cada bloque pétreo o del trencadís lo insertan sin embargo en la tradición modernista, como el resto de la obra gaudiniana.
Este edificio es, de hecho, un gesto de afirmación social y personal: tenía que marcar la diferencia y Gaudí creó la casa más espectacular de Barcelona (fue declarada, en 1909, de carácter monumental, lo que le eximió de adaptar su volumen a la normativa vigente). Algunos dibujos publicados por la prensa la ridiculizaron como un garaje para dirigibles o como una mona de Pascua. El político francés Georges Clemenceau la consideró aberrante. Recordemos el nombre de "manzana de la discordia" con el que se conoce la del paseo de Gracia donde se encuentra la Casa Batlló de Gaudí.
Ante este edificio podemos formular diversas interpretaciones: es como una montaña rocosa, o como un acantilado sometido a la erosión del mar; unos hablan de ola petrificada, otros de perfil montañoso de Montserrat. Es el edificio que cierra el proceso arquitectónico iniciado con el Renacimiento y es la obra que sintetiza la sabiduría científica de Gaudí, su capacidad expresiva y creativa, así como los conocimientos que tenía de arquitectura.

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