martes, 14 de diciembre de 2010

EL GÓTICO

Como ya sabemos, la caída del Imperio Romano trajo consigo prácticamente la desaparición de la vida urbana. La población que vivía en la ciudad disminuyó muchísimo y, en general, estuvo a merced de las invasiones y de todo tipo de calamidades. La vida urbana fue muy escasa en el s. VIII. A partir de los siglos X y XI en todo el occidente europeo comenzó un renacer de las ciudades que culminó en el siglo XIV a la vez que el feudalismo se iba debilitando.
La mayoría de las ciudades surgieron en lugares donde se encontraban antiguas ciudades romanas, en torno a los castillos o monasterios, en el cruce de caminos y rutas comerciales o a la orilla del mar o de los ríos.
Al principio se desarrolló un burgo, donde residía una población de artesanos y comerciantes que recibieron el nombre de burgueses (habitantes del burgo). A los burgos, que disfrutaban de unos privile­gios concedidos por el Rey o por un Señor, comenzaron a llegar personas que buscaban libertad frente a los señores feudales y la mejora de sus vidas. Así se va formando en las ciudades el nuevo grupo social de la burguesía, cuya característica esencial era ser libre frente a la nobleza.
Los pequeños núcleos de ciudadanos burgueses se fueron ampliando y llegaron a lograr cierta densi­dad de población.
Las zonas europeas que alcanzaron mayor desarrollo urbano fueron: los Países Bajos (Brujas, Gan­te, etc...) e Italia (Génova, Venecia...).
En la Península Ibérica, excepto Barcelona, las ciudades no desarrollaron un gran comercio hasta el siglo XIII. La mayoría de ciudades castellano-leonesas y de la Corona de Aragón fueron ciudades agrí­colas y ganaderas, con una minoría de artesanos y comerciantes que fabricaban productos manufactu­rados (paños, calzados...).
Entre los siglos XI y XIV se producen profundas transformaciones en las ciudades que debilitan la solidez del sistema feudal europeo.
        Los burgueses, unidos en movimientos comunales, consiguen la independencia del gobierno de las ciudades respecto a la autoridad feudal del señor.
        Las actividades artesanales quedan reguladas por Ios gremios o asociaciones de artesanos de un mismo oficio: sastres, zapateros, herreros, armeros, orfebres, curtidores/carpinteros, albañiles y tejedores.
        EI comercio se reactiva mediante la creación de mercados y ferias:
        Se generaliza la moneda como medio de cambio y pago. Se construyen nuevos puentes y caminos y se fletan naves de mayor calado.
        Se fundan las Universidades: Para la minoría culta de la ciudad, el latín siguió siendo la lengua de la cultura. Pero, poco a poco, el valor religioso que tenía dentro del monasterio se irá volvien­do Laico (no eclesiástico).
        En la mayor parte de los países europeos aparece un arte nuevo denominado gótico, como término peyorativo para referirse a este arte medieval,  algo que se conservará hasta el siglo XIX.
        El nuevo estilo se desarrollará desde la segunda mitad del siglo XII hasta el siglo XVI.
Si el románico fue un arte rural, el gótico será urbano. Hay también edificios religiosos, las catedra­les. Pero se construyen lonjas, palacios y ayuntamientos para satisfacer las necesidades urbanas de los comerciantes, de los ricos burgueses y del municipio.
Sus monumentos responden a nuevos conocimientos constructivos y a una nueva mentalidad que valora más la existencia terrena y la bondad de la naturaleza.
Esta nueva sensibilidad urbana, más secular, se manifiesta de diversas maneras. Los comerciantes ven en sus ganancias el medio de obtener bienestar material y una vida más dichosa. La espiritualidad de hombres, como S. Francisco de Asís es un retorno a la naturaleza y el redescubrimiento de un Dios más humano. Los artistas góticos, con una sensibilidad nueva humanizan la representación del hombre y de Dios y exaltan elementos naturales como la luz, el color.

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